El joven receptor no se ha desanimado

El futuro rostro y ancla de la parte gruesa del lineup de los Indios de Cleveland aún requiere de la ayuda de las muletas para caminar. No es la forma en que la Tribu esperaba ver al receptor dominicano Carlos Santana en lo que estaba supuesto a ser su gran temporada de novato.
Santana ha visto las atroces repeticiones de la jugada en la cual su rodilla izquierda se dobló violentamente en el momento en que Ryan Kalish de los Medias Rojas se estrellaba contra él en el plato. Pero de alguna manera, el quisqueyano de 24 años de edad ha encontrado algo positivo en esas imágenes.
"Me siento bien de no haber soltado la bola", dijo Santana por medio del coach Rubén Niebla, quien fungió como intérprete.
No obstante, el choque puso fin a la campaña de Santana, quien emprende ahora una larga rehabilitación que los Indios esperan le permita regresar a la acción para los entrenamientos del 2011.
Santana se sometió a una cirugía la semana pasada en Cleveland para reparar un ligamento y el equipo sintió alivio al enterarse de que el cirujano Rick Parker no encontró otros problemas con la coyuntura. Es imposible no preguntarse qué le aguarda el futuro a Santana en cuanto a su recuperación, su desempeño y su manera de enfocar el juego.
Para empezar, Santana reconoció que como resultado de la lesión, será más cauteloso cuando haga jugadas en el plato.
"Hay algunos ajustes que podría hacer", dijo. "Definitivamente puedo aprender de eso. Es algo en lo que puedo trabajar y prepararme para cuando vaya a haber una jugada en el plato".
Pero como señaló el manager de la Tribu, el también dominicano Manny Acta, Santana no tuvo tiempo para reaccionar en ese momento.
"No es como si hubiera tenido tres minutos para alistarse", dijo Acta. "Fue una jugada relámpago".
Santana, quien estaba bateando para .260 con seis jonrones y 22 impulsadas en sus primeros 46 juegos, dice que está lidiando con el golpe de la mejor manera posible.
"No me siento defraudado", dijo. "Me siento mal de que sucediera, pero estoy lidiando con esto. En mi mente, sé que estaré de regreso el próximo año y que podré tener un impacto".
Y cuando se trata de ver las truculentas repeticiones, Santana acentúa lo positivo. La lesión pudo haber sido mucho peor y por lo menos no soltó la bola.